Las letras Sabias de Cande

Hola!

Este blog tiene como finalidad servir de herramienta para quienes estudien la asignatura de lengua española, profundicen en comentarios literarios o estudien la lengua latina.

Estaré encantada de ayudarte en los comentarios literarios que necesites o de aclararte cuantas dudas te surjan en lengua castellana o latín.

Deja tus sugerencias, dudas o peticiones en los comentarios.

Gracias.

Amor azulado inquieto

Cuando las grises ventiscas

amenazan con arrancarme

el último aliento de mi alma malherida

y el ruido machacante silencia

mi agonizante risa, casi ahogada

por las lágrimas de mis ojos tristes.

Cuando mi esperanza,

en su desesperada huida por salvarse,

tropieza torpemente en las esquinas

y cae triste y abatida.



Entonces, mi Varadero,

regreso a ti,

a tu amor de azulado inquieto,

a tus caricias saladas de tu alborada brisa,

a tu marea mansa de septiembre.



Y reencuentro,

en mis huellas indelebles,

mis pasos olvidados

sobre tus piedras pardas y blancas.



Y espero,

con el silencio del atardecer,

agazapada entre los sombríos charcos,

tus besos fugaces de espuma blanca.


Y aguardo,

bajo el cielo pintado de estrellas,

la ritual danza entre la luna llena y la marea.


Vuelvo a ti, mi Varadero,

mi eterna sonrisa, mi remanso.

El Varadero, San Andrés y Sauces.

Aquella niña

Aquella niña,

de esclavizante miedo amamantada

aprendió pronto de la cobardía centenaria,

a guardar en el cofre del inquisidor silencio

los sórdidos secretos que avergüenzan;

a ocultar tras la puerta

el lamento triste de la pobreza hambrienta;

a resistir la mirada del ojo

que con saña rechaza y pisotea

primaverales esperanzas venideras;

a soportar el frío silencioso

de la luctuosa tristeza impuesta.

Aquella niña,

encontró en el regazo acogedor

del libro cómplice,

la senda liberadora

del azote que sentencia.

Aquella niña,

fue prematuramente asesinada.

Juguetes de papel

Tras la desnudez del alma

cánticos de libertad.
Esperanzas desgarradas
susurran rezos de miedo.
Valientes alas del mar.

Frágil prisión de papel,
juguete enredado al mar.
Hambre, frío y soledad.
El miedo entona pesares.
Salada sombra de sal.

En la oscuridad del alma
llantos silenciosos gritan.
La fe suplica a la noche
que le dibuje las luces
que alumbran la libertad.

Besa el sol la piel inerme,
bebe lágrimas de sal.
Yacen dormidos tres sueños.
Amarga esperanza rota.
El mar no quiere mirar.

Sobre la arena las huellas,
pasos de la libertad.
Corazones destrozados
siembran tristezas marchitas.
Respetaré su agonía.
Llantos sedientos de paz.

BOKU XOL

Desgraciadamente casi a diario escuchamos la noticia de que alguna patera ha llegado a las costas de Canarias, tan a diario que ya le prestamos poca atención. En Lanzarote la noticia ha dejado de ser noticia.

Pero hace unos días esta desgraciada realidad se cruzó en mi camino y ha tocado profundamente mi corazón. Unos veinte jóvenes que habían llegado a las costas de lanzarote en cayuco, estaban siendo trasladados a Tenerife Norte en avión y allí estaba yo en ese mismo vuelo.

Desde ese día no puedo olvidar aquellos chicos, que mayores de edad pero con cara de niños asustados formaban fila india esperando su turno de embarque. No vi una sonrisa en ninguno como cualquier joven de su edad, no hablaron entre ellos y obedecieron en todo momento a la chica que les acompañaba como corderitos asustados. Todos vestidos igual, chaquetón azul, pantalón de chándal negro y zapatillas negras, imposible pasar desapercibidos.

Y pensé en ellos, en lo difícil que tuvo que ser llegar hasta Lanzarote, en los días de mar sentados en el cayuco sin poder moverse, pasando frío y hambre, en el difícil camino que les esperaba a partir de ahora, en lo valientes que fueron y los miré y los miré. Sentí mucha lástima por ellos mientras escuchaba comentarios desafortunados a mi alrededor que no merece la pena reproducir.

El vuelo en el que fueron trasladados fue el 417 del pasado 22 de diciembre de Lanzarote a Tenerife Norte. Vuelo regular de binter de las 11:20. Yo ocupé el asiento 15 D y a mi lado en el asiento 15F,  un chico subsahariano que con un «excuse me madam» me pidió permiso para que le diera paso y poder ocupar su asiento.


Desgraciadamente mi cobardía, mi vida de confort, mi timidez o yo qué sé, frenaron mis ganas de entablar una conversación con él, de preguntarle su nombre, de saber cómo se encontraba, de qué país era o incluso de darle mi número de teléfono y de ayudarlo en lo que estuviera en mi mano.

Ahora, días más tarde estoy muy arrepentida de no haberlo hecho porque sé que pude haberle echado una mano en el difícil camino que le esperaba.

Aunque solo han pasado siete días ya es tarde, es muy difícil encontrarlo en un centro en el que hay casi 2000 migrantes, aunque lo estoy intentando. La única manera sería conocer el nombre de los chicos que ese día fueron trasladados y nadie me va a facilitar ese dato porque es confidencial.
Solo sé de él que es subsahariano, tiene entre 25 y 30 años, es alto, delgado, ojos y manos grandes, lleva una pequeña barba,  y vestía como todos con abrigo azul, chándal negro y zapatillas negras.
De lo poco que he averiguado, sé que estuvo en «el Cate» de Arrecife que está custodiado por la policía Nacional antes de ser trasladado.

Un miembro de la asociación «aqui estamos migrando»con el que me he puesto en contacto, me dijo que podría ser de Gambia porque lo poco que me habló lo hizo en inglés.

Yo hablé con él porque buscaba con desesperación el comprobante del vuelo y  le dije que no se preocupara, que no era importante, aunque finalmente pudo encontrarlo. Entendí que cuando estás en situación de vulnerabilidad cualquier documento te parece importante.

Ahora estoy muy arrepentida de no haberle dado mi número de teléfono.

Han pasado ya siete días desde ese viaje y sé que se encuentra en uno de los dos dispositivos de migrantes que hay en Tenerife, Las Raíces o Las Canteras, (probablemente en Las Raices). He enviado correos a Accem, he escrito a través de Facebook o instagram a diferentes asociaciones y he hablado con voluntarios, pero todos me dicen lo mismo: » es como buscar una aguja en un pajar».
Lo sé, pero como la esperanza es lo último que se pierde pues aquí estoy escribiendo este artículo para que se sume a los diferentes mensajes que ya he enviado.

Nunca he pedido que se difunda alguno de mis artículos pero éste es distinto. Me gustaría que éste llegara al mayor número de lectores, especialmente a asociaciones de Tenerife o a migrantes que ahora mismo estén en Tenerife.


Sería enormemente feliz si alguien pudiera ayudarme a encontrar a este joven subsahariano que sentado a mi lado ocupó el asiento 15F del vuelo 417 de binter de Lanzarote a Tenerife Norte el día 22 de diciembre de 2023. Sé que él conserva el comprobante de vuelo y también sé que me recuerda.

Si alguien que lea este artículo puede ayudarme puede escribirme a mi correo
candetoledodav@gmail.com

Aunque es muy difícil seguiré buscándolo y ojalá volvamos a compartir los asientos 15 D y 15 F pero esta vez como dos amigos.


» BOKU XOL» ( expresión africana que podría traducirse  «todos juntos en un solo corazón»).

«Hemos aprendido a volar como los pajaros, a nadar como los peces, pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos»  Martín Luther King. 

Paseando Yaiza

Inquieta cae la tarde,
busca besar con sigilo
los rincones otoñales
serenos de los domingos,
domingos dulces de Yaiza.

Mientras, el alisio suave
susurrándome su amor
se atrevió a besar mi cara
entre caricia y caricia
que va brindándome el sol.

Sigue la tarde cayendo, 
sobre el marrón casi negro
de las igneas montañas,
ensombreciendo el camino,
adormeciendo las casas.

Todos los caminos viejos
que en calma ofrecen paseos
me llevan hasta la plaza.
Sombra de ombú solitario
vigilante está a la entrada.
Me invita a pedir Remedio,
Remedios de mi esperanza.


PASEANDO SAN ANDRÉS

Me fui a pasear un sueño

una tarde a San Andrés.

Por tus pasos empedrados

me tomaste de la mano

y susurrándome amor,

a ritmo de sirinoque,

bailamos.

Suaves caricias de junio

cubren tu cuerpo de flor,

pétalos en tu sonrisa,

perfume en tu corazón.

En la torre de la iglesia

tañen dos campanas viejas,

arcos vestidos de brezo

anuncian días de fiesta.

Bajo el eucalipto viejo

me tomaste de la mano

y susurrándome amor,

bailamos.

Tajarastes en el aire

alegran tu Noche Buena,

pitos, flautas, castañuelas

bailan al son del tambor.

El sol tibio de la tarde

que no se quiere dormir,

adormece la marea.

Guindaste ríe feliz.

Villa del acantilado,

siento tu cuerpo salado,

alma de espuma de mar

mar de azúcar bronceada,

vino tinto y blanca cal.

En tus rincones de historia

allí te encontré dormida

y en sigiloso paseo

por no querer despertarte

uní tu alma a la mía.

Candelaria Toledo Davila

La higuera del barranco

Qué curiosas las higueras.
deleitadas con el frío
pasan inviernos desnudas
luciendo sus ramas yertas.
Al llegar la primavera,
de hojas se van cubriendo
y tan felices se sienten
que con un mínimo esfuerzo
dan su primera cosecha,
deliciosas brevas frescas.
Será ya en pleno estío,
con el intenso calor
cuando el verde de sus hojas
oculte sus tallos finos
para proteger del sol
sus sabrosos dulces higos.

BELLA VEREDITA VIEJA

Tardes de infancia

¡Cuánto extraño aquellas tardes! 

Desenredando veredas 

entre caminos y huertas.  

¡Cuánto extraño aquellas tardes! 

En alegres patios viejos 

que guardan suaves esencias 

de olorosas flores frescas. 

¡Cuántos recuerdos felices! 

Déjame allí, entre las piedras, 

chapoteando los charcos 

que descubrió la marea. 

Adéntrame en el barranco, 

deja que explore su vena 

cubierta de fresca hierba. 

Toma estos cuatro palos, 

invéntame otro juguete, 

algún juguete soñado. 

Ahora que cae la noche 

y toca arriar las velas, 

desde el mástil de esta higuera 

contemplaré las estrellas. 

 

Quiero esas tardes de juegos, 

de cómplices travesuras. 

Quiero esas tardes de hermanos, 

tardes de primos, de amigos. 

Quiero esas tardes de risas, 

de intrépidas aventuras, 

libres del intenso ruido 

que van dejando los años 

cuando ensayamos la vida. 

CÓMO NO VOY A QUERERTE

¿Cómo no voy a quererte 

con lo Bonita que eres?

La más bella del Atlántico

toda pintada de verde.

Soñado jardín de ensueño,

sueño que quiero soñar.



¿Cómo no voy a quererte

con lo Bonita que vas?

Guiada por tus senderos

me adentré en tu corazón,

parque de naciente agua

en cascada de color.



¿Cómo no voy a quererte

con lo Bonita que luces?

Bello carrusel de estrellas

brillan en tu alto Roque,

imponente y fiel guardián

de tu Parque Nacional.

Silba el alisio en la cumbre,

las nubes hace bailar.

Al terciario me llevó,

en el bosque de los Tilos,

te juré eterno amor.



¿Cómo no voy a quererte

Si al pasear por tus calles

puedo volver a soñar?

Real paseo calmado,

arte en siglos preservado,

casas que guardan historias

de época colonial.



¿Cómo no voy a quererte?

Si alfombrada vas de flores,

de flores balcón floral.

Castillos que nos vigilan,

Noa que no surca el mar.

No reveles tu secreto,

secreta danza lustral.



¿Cómo no voy a quererte?

Si alegre y tradicional

luces tus mejores galas

de seda suave bordada,

de talco de carnaval.



¿Cómo no voy a quererte?

Tan resignada y valiente.

Aunque sangró tu costado

y de fuego te abrasaras,

siempre Bonita estarás.

No temas,Tajogaite durmió.

Quienes tanto te queremos,

tus heridas sanaremos

con sacrificio y amor.



¿Cómo no voy a quererte

con lo bonita que eres?

La más bella del Atlántico,

toda pintada de verde.

Soñado jardín de ensueño,

sueño que quiero soñar.